Por donde quiera que fui,
la razón atropellé,
la virtud escarnecí,
a la justicia burlé,
y a las mujeres vendí.
Yo a las cabañas bajé,
yo a los palacios subí,
yo los claustros escalé,
y en todas partes dejé
memoria amarga de mí.
Estos versos son de José de Zorrilla y pertenecen a su obra Don Juan Tenorio.
Los he seleccionado porque reflejan el ansia de transgresión del espíritu romántico, ahogado en una sociedad que solo impone reglas sin respetar la libertad del individuo.
Y para mí no hay mañana,
ResponderEliminarni hay ayer;
olvido el bien como el mal,
nada me aflige ni afana;
me es igual para mañana
un palacio, un hospital.
Vivo ajeno
de memorias,
de cuidados
libre estoy;
busquen otros
oro y glorias,
yo no pienso
sino en hoy.
Y do quiera
vayan leyes,
quiten reyes,
reyes den;
yo soy pobre,
y al mendigo,
por el miedo
del castigo,
todos hacen
siempre bien.
-”El Mendigo” obra de José de Espronceda.
Con estos versos, Espronceda, muestra su tendencia a la libertad total como creador sin seguir ninguna norma retórica tradicional. Los he elegido porque reflejan su rechazo a la sociedad cruel en la que le ha tocado vivir, elogiando la vida miserable pero libre del mendigo frente a una sociedad cobarde y corrupta.
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ResponderEliminarCANCIÓN DEL PIRATA
EliminarCon diez cañones por banda,
viento en popa, a toda vela,
no corta el mar, sino vuela
un velero bergantín.
Bajel pirata que llaman,
por su bravura, El Temido,
en todo mar conocido
del uno al otro confín.
La luna en el mar riela
en la lona gime el viento,
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y va el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa,
y allá a su frente Istambul:
Navega, velero mío
sin temor,
que ni enemigo navío
ni tormenta, ni bonanza
tu rumbo a torcer alcanza,
ni a sujetar tu valor.
Veinte presas
hemos hecho
a despecho
del inglés
y han rendido
sus pendones
cien naciones
a mis pies.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
Allá; muevan feroz guerra
ciegos reyes
por un palmo más de tierra;
que yo aquí; tengo por mío
cuanto abarca el mar bravío,
a quien nadie impuso leyes.
Y no hay playa,
sea cualquiera,
ni bandera
de esplendor,
que no sienta
mi derecho
y dé pechos mi valor.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
A la voz de "¡barco viene!"
es de ver
cómo vira y se previene
a todo trapo a escapar;
que yo soy el rey del mar,
y mi furia es de temer.
En las presas
yo divido
lo cogido
por igual;
sólo quiero
por riqueza
la belleza
sin rival.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
¡Sentenciado estoy a muerte!
Yo me río
no me abandone la suerte,
y al mismo que me condena,
colgaré de alguna antena,
quizá; en su propio navío
Y si caigo,
¿qué es la vida?
Por perdida
ya la di,
cuando el yugo
del esclavo,
como un bravo,
sacudí.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
Son mi música mejor
aquilones,
el estrépito y temblor
de los cables sacudidos,
del negro mar los bramidos
y el rugir de mis cañones.
Y del trueno
al son violento,
y del viento
al rebramar,
yo me duermo
sosegado,
arrullado
por el mar.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
- La canción del pirata de Espronceda. Este poema de la canción del pirata es considerado como un manifiesto lírico del romanticismo español con una intensa defensa a la libertad.
Me gusta porque lo que esta relacionado con el mar me apasiona, habla del mar como un refugio, el recurso al viaje como evasión de todos los problemas. La figura heroica y sentimental del pirata. Y como no ese movimiento de olas plata y azul. Me encanta este poema.
Canción de la muerte
ResponderEliminarDébil mortal no te asuste
Mi oscuridad ni mi nombre;
En mi seno encuentra el hombre
Un término a su pesar.
Yo, compasiva, te ofrezco
Lejos del mundo un asilo,
Donde a mi sombra tranquilo
Para siempre duerma en paz.
Isla yo soy del reposo
En medio el mar de la vida,
Y el marinero allí olvida
La tormenta que pasó;
Allí convidan al sueño
Aguas puras sin murmullo,
Allí se duerme al arrullo
De una brisa sin rumor.
Soy melancólico sauce
Que su ramaje doliente
Inclina sobre la frente
Que arrugara el padecer,
Y aduerme al hombre, y sus sienes
Con fresco jugo rocía
Mientras el ala sombría
Bate el olvido sobre él.
Soy la virgen misteriosa
De los últimos amores,
Y ofrezco un lecho de flores,
Sin espina ni dolor,
Y amante doy mi cariño
Sin vanidad ni falsía;
No doy placer ni alegría,
Más es eterno mi amor.
En mí la ciencia enmudece,
En mí concluye la duda
Y árida, clara, desnuda,
Enseño yo la verdad;
Y de la vida y la muerte
Al sabio muestro el arcano
Cuando al fin abre mi mano
La puerta a la eternidad.
Ven y tu ardiente cabeza
Entre mis manos reposa;
Tu sueño, madre amorosa;
Eterno regalaré;
Ven y yace para siempre
En blanca cama mullida,
Donde el silencio convida
Al reposo y al no ser.
Deja que inquieten al hombre
Que loco al mundo se lanza;
Mentiras de la esperanza,
Recuerdos del bien que huyó;
Mentiras son sus amores,
Mentiras son sus victorias,
Y son mentiras sus glorias,
Y mentira su ilusión.
Cierre mi mano piadosa
Tus ojos al blanco sueño,
Y empape suave beleño
Tus lágrimas de dolor.
Yo calmaré tu quebranto
Y tus dolientes gemidos,
Apagando los latidos
De tu herido corazón.
- La Canción de la Muerte. Espronceda se refiere a la muerte como un fin al que no hay que temer ya que nos dará descanso y paz. La muerte nos libra de todos los males de este mundo, de sus mentiras... y al mismo tiempo es un vehículo para reunirnos con nuestros seres queridos.
Me gusta este poema porque no es el típico poema de amor ya que habla sobre otro aspecto de la vida que es importante y por el que todos tendremos que pasar alguna vez en la vida.
Rima VII de Gustavo Adolfo Bécquer
ResponderEliminarDel salón en el ángulo oscuro,
De su dueño tal vez olvidada,
Silenciosa y cubierta de polvo
Veíase el arpa.
¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas,
Como el pájaro duerme en las ramas,
Esperando la mano de nieve
Que sabe arrancarla!
¡Ay! pensé; ¡cuántas veces el genio
Así duerme en el fondo del alma,
una voz, como Lázaro, espera
Que le diga: «¡Levántate y anda!»
Escogí este poema porque Bécquer reflejo que el alma está atrapada por una niebla que no llegamos nunca a salir de ella, solo uno poco escapa de su destino y los que lo hacen niegan haberlo hecho.
Para mi esta poesía representa mi despertar, mi mente abierta encerrada en un mar de tristeza y mis palabras sacadas de ese mismo mar. Un genio o un artista, soy una persona que se inspira con los sueños que una vez cubiertos de polvo, llegue a tener y arroje en el fondo de un armario, siento que soy como ese arpa dejada aun lado, deseando tocar las notas más bellas que el mundo nunca conocerá.
MªDolores Ballesta
ResponderEliminarDICEN QUE NO HABLAN LAS PLANTAS
Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros,
Ni el onda con sus rumores, ni con su brillo los astros,
Lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso,
De mí murmuran y exclaman:
Ahí va la loca soñando
Con la eterna primavera de la vida y de los campos,
Y ya bien pronto, bien pronto, tendrá los cabellos canos,
Y ve temblando, aterida, que cubre la escarcha el prado.
Hay canas en mi cabeza, hay en los prados escarcha,
Mas yo prosigo soñando, pobre, incurable sonámbula,
Con la eterna primavera de la vida que se apaga
Y la perenne frescura de los campos y las almas,
Aunque los unos se agostan y aunque las otras se abrasan.
Astros y fuentes y flores, no murmuréis de mis sueños,
Sin ellos, ¿cómo admiraros ni cómo vivir sin ellos?
Este poema fue escrito por Rosalía de Castro en 1837,en Santiago de Compostela.
He elegido este poema porque refleja los sentimientos que se van creando en nuestro interior,con el paso del tiempo;El no querer hacernos viejos y la ilusión de vivir siempre en una eterna juventud.Tener ilusiones y sueños son parte de nuestra vida.
POEMA II.
ResponderEliminarSaeta que voladora
Cruza, arrojada al azar,
Sin adivinarse dónde
Temblando se clavará;
Hoja que del árbol seca
Arrebata el vendaval,
Sin que nadie acierte el surco
Donde á caer volverá;
Gigante ola que el viento
Riza y empuja en el mar,
Y rueda y pasa, y no sabe
Qué playa buscando va;
Luz que en cercos temblorosos
Brilla, próxima á espirar,
Ignorándose cuál de ellos
El último brillará;
Eso soy yo, que al acaso
Cruzo el mundo, sin pensar
De dónde vengo, ni adónde
Mis pasos me llevarán.
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Este poema lo he escogido porque refleja lo que es la vida. En la última estrofa dice algo así como que cruza el mundo sin pensar de donde viene ni a donde va, simplemente camina. Entonces esto refleja lo que es la vida. Porque una persona solo tiene una vida para vivirla y no sabe a donde dirigirse, simplemente vive y camina.