Un poema no tiene una extensión predeterminada; hay poemas extensos absolutamente maravillosos, y otros, menos ambiciosos, igualmente formidables. Como ejemplo reproduzco el poema del granadino Luis García Montero titulado Dedicatoria:
Si alguna vez la vida te maltrata,
acuérdate de mí,
que no puede cansarse de esperar
aquel que no se cansa de mirarte.